De cuadritos

Es curioso este tema del pasado que renace y vuelve a tu presente. Algunas veces es solo en tu cabeza: cientos de miles de recuerdos estan frente a tus ojos y al registrar los sentimientos y las sensaciones, te puedes sentir abrumado, descepcionado, trizte... o alegre, agradecido, feliz, dependiendo de lo que ves y de lo que evocas.



Sin embargo hay cierto tipo de imágenes que logran algo curioso cuando se materializan, o sea cuando pasan de recuerdos al mundo real. Hoy tube esa sensación.


Sucedio con una persona en especial que durante un momento de mi vida me dió alegrías y motivos para suspirar, me mostró el arte de sentir cosas profundas, su inocencia aún la tengo presente, su belleza fue (y sigue siendo) única... por algún motivo ella dejó de estar en mi vida y durante ese tiempo de ausencia sus recuerdos me dieron mucho lío, arrepentimiento, dolor, sofocación, pero era mucho más sufriente creer que algún día la volvería a ver y seguir desestabilizandome por ella. Y bueno el tiempo dió sus pasos, mis aventuras, mis decisiones, mi propia vida me mostraron tantas novedades y tantos retos que poco a poco, y sin darme cuenta, aquellas evocaciones fueron perdiendo su fuerza. Hasta este punto.

Sé cuanto tiempo ha pasado y no es mucho, sin embargo fue el suficiente para cambiar el sentimiento por ella. Hoy la vi y comaprtí un grato momento a su lado, mientras acomodábamos cosas de Navidad. Sentirla cerca y poder hablar de cualquier cosa sin temores, sin resentimientos y sobre todo sin temblores corporales fue algo que temí y que hoy no veo tan grave. Ahora ella vive su vida y yo la mía y sin embargo no nos juzgamos, no nos buscamos y sobre todo nos seguimos queriendo.

Da un poco de nostalgia, sobre todo por lo vivido en el pasado, pero da mucha más alegría saber que ahora tenemos otro tipo de relación mucho mas cercana, sincera y amable... Ella continúa con el arte de su ser, es más madura, mucho menos ingenua, se cortó el cabello y le luce, armó un vestido de un cuadro de Mondrian, lo vistió y también le luce, a su luz se le suman las Luces de New York y su vida es de cuadritos, pero de colores vivos.

No se si ya se lo dije o si ella lo sepa, pero toda la vida estaré agradecido por ella... tal vez sea una de esas imágenes que me acompañen hasta el final de mis días, no se si sepa que la quise y la quiero mucho, que me estremece todo lo bueno que ella vive, que el cóndor acompaña su vuelo y me alegra, que ningún arte es tan valioso como el que ella logra con una palabra inocente... pero sobre todo que estoy muy feliz de poder verla a los ojos sin sentir arrepentimiento o dolor y decirle de nuevo que la quiero y que nunca la olvidaré.

Qué hermosa lección he aprendido hoy y doy gracias por ello.

>> Más curioso es saber que un cuadro significa una cosa para alguien y otra para otro alguien... el ejemplo claro está en esta entrada que encontré en otro Blog, tal vez no tenga que ver con lo que escribí, pero siento que en algo conecta.

0 comentarios:

Publicar un comentario