¡Duendes!

Un paseo por el intracuerpo... mientras lo leen, oigan esta grandiosa canción de Battles llamada "Atlas" y visualicen lo que narro acá.




Sucede que dentro de mí habitan pequeños duendes muy extraños, no logro verlos claramente y son como borrosos a mi ojos, realmente podrían ser motas con patas o tal vez algodones que cantan y se mueven a voluntad... tienen una particularidad y es que recorren mi cuerpo, siempre en el mismo sentido: desde la base de mi columna hasta mi cabeza.

Y aunque el paseo siempre es igual, estos duendes, que cantan y son borrosos, reaccionan de diferentes maneras: cambian de color, de tamaño, a veces su canto es estruendoso y otras es casi silente... eventualmente se detienen en ciertas partes de mi y las trabajan de alguna forma, flexionando mis músculos y excitando los nervios; otras veces pasan de largo y simplemente se sienten sus pequeños pasos por algún órgano.

Como dije comienzan en la base de mi columna y es allí donde siento con más fuerza su presencia, es como si se agruparan, como si se aglutinaran en un solo punto y estuvieran entusiasmados por iniciar el trayecto. Allí a veces son rojos y cantan fuerte.

Luego suben, suben hasta mi estómago y es allí donde despiertan mis mariposas o la solitaria, me retuercen, allí son naranjas...Más tarde van a la boca del estómago, y no conformes con pisar mi esófago, se divierten martillando el diafragama, ello hace q aumente mi respiración y la haga más profunda...

Acto seguido tocan mi corazón y parecen escarbar en la mina que llevo dentro, de mis entrañas extraen valiosos recuerdos, color verde, verde esmeralda; estos recuerdos estan tallados con rostros amados, deseados, admirados y todos me afectan sentimentalmente, por lo visto es una veta interminable, siempre sacan y sacan buenos recuerdos... Cuando terminan en mi corazón suben de tono y se vuelve azules y tocan mi garganta y me hacen sentir que quiero gritar, detienen por un instante mi respiración y parecen felices, cuando dejan pasar el aire de nuevo mi voz se oye en el sielncio... Luego adoptan un tono cian y suben a mi cabeza, grandes y pesados, se siente calor y comienzan a aglutinarse de nuevo, en el centro de mi cerebro, acarician cada endidura, cada arruga y encienden el fuego de mi mente...

... Y luego todos juntos cantan al tiempo y se convierten en una especie de arcoiris, cada duende con su color y su brillo, un sin fin de tonalidades... y poco a poco se vuelven pequeños de nuevo, se unen y se convierten en un solo ente con multiples voces, y este ente se acerca a mi oído (desde adentro) y me pregunta ¿Por qué todas las noches nos invocas?¿Buscas algo?¿A caso ese algo es tu propósito en la vida?¿Quieres que te llevemos a la trascendencia?

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